
La Creatividad: Creer y Crear
¿Has notado que, en el mundo de hoy, la creatividad ocupa un lugar muy importante? Las cosas han cambiado y, actualmente, no solo en las artes, sino en cualquier profesión, ser creativo es una característica que todos buscan tener. Podría describir la creatividad como el hecho de ir por la vida intentando mejorar las cosas y hacerlas diferentes. A pesar de que algunos piensan que ya hay muchas cosas creadas, ¿qué pasaría si nos quedamos toda la vida pensando dentro de la misma caja? A lo largo de mi experiencia con la creación, me he dado cuenta de que no siempre tengo buenas ideas y que, a menudo, me cuesta comenzar o desarrollar diferentes proyectos. Por esta razón, he prestado atención a los factores que podrían ayudar a que mi cerebro genere ideas nuevas e innovadoras y descubrir cómo potenciar una buena experiencia creativa. Una de las cosas que más ayuda, sin duda, es la música. Escucharla, analizarla y crearla fomenta en gran medida el desarrollo creativo del cerebro; esto está comprobado por diferentes investigaciones. Pero quizás te preguntes: ¿tengo que ser músico para poder ser creativo? Afortunadamente, la respuesta es no. Estamos diseñados para ser receptivos a los poderes de la música simplemente al escucharla. Otro gran descubrimiento en este análisis de estimulación creativa ha sido entender que la creatividad es un músculo que debe ser entrenado. Aunque todos tenemos la capacidad innata para ser creativos, no deberíamos darla por sentada. De hecho, sería ideal que cada uno de nosotros dedicara un tiempo específico al día para ejercitarla. En este camino creativo, también he descubierto que ningún proceso es lineal. Por el contrario, cada proyecto tiene altos y bajos, y eso es lo que lo hace realmente interesante. Un día alguien me dijo: “Todo proceso creativo relevante trae frustración”. Aunque en su momento esto me causó algo de temor, pensar que lo que estoy creando con mis manos, corazón y cerebro será relevante e impactará el mundo que me rodea me hizo sentir que siempre vale la pena. En conclusión, podemos decir que la capacidad imaginativa impulsa la creatividad, y la capacidad de producción da paso a la innovación. Por eso, al analizar los procesos creativos, diría que el secreto está en creer y crear: creer en ti mismo para empezar y tomar el impulso de crear para materializar lo que imaginaste. Por Nathaly Arango Ortiz